Vinilo decorativo Mandala Zen. De origen indio, sigue el estilo de pintura típica tibetana, para los budistas su función es la meditación. Desde el punto de vista espiritual es un centro energético de equilibrio y purificación que ayuda a transformar el entorno y la mente de quien medita en ellos.
Ref. nede18 Precio sin IVA: 6,10€
El adhesivo se compone de 3 partes:
La transportadora se utiliza para aplicar el adhesivo en la superfícia deseada.
Estos adhesivos no tienen fondo, es decir una vez colocados el fondo es la superficie donde hemos aplicado el adhesivo. Este material es muy parecido al que vemos a diario en las furgonetas comerciales que circulan por nuestra ciudad. Resisten a los lavados a presión una vez transcurridas 24 horas despúes del montaje.
Nuestros vinilos decorativos van meticulosamente empaquetados en un tubo resistente. De esta forma, nos aseguramos de que llegue a ti en perfecto estado, sin daños causados por golpes o accidentes durante el transporte.
Como parte de tu compra, recibirás una espátula exclusiva de regalo. Este útil instrumento te permitirá instalar tus vinilos de manera precisa y sencilla en la ubicación que elijas.
Para facilitar la instalación de tus vinilos, incluimos instrucciones detalladas y fáciles de seguir. De esta manera, podrás disfrutar de tus vinilos en poco tiempo y sin complicaciones.
Estos vinilos están fabricados con materiales de alta calidad y constan de tres capas: papel soporte o siliconado, adhesivo de vinilo, y máscara o transportadora. Estas capas permiten una instalación sencilla y garantizan que el vinilo adhiera perfectamente a las paredes, independientemente de la ubicación o el método de instalación que elijas.
Genial
Se despegaron dos zonas pero está bonito y queda bien
Muy bonito muy bonito
Llegó perfecto, fue fácil colocarlo, pegó bastante bien en la pared y ha quedado genial. Muy bonito, totalmente recomendable
El adhesivo, peor imposible. Hemos tardado dos horas en ponerlo. Al principio no se adhería al papel traslúcido por más que frotamos como decía en las indicaciones y después no se pegaba a la pared. Pasando la espátula mil veces y una vez que se conseguía se despegaba de la pared. En definitiva, una y no más.